La Parábola de la Cizaña
«El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.
Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.
Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"
Él les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto."
Le dijeron los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"
Les dijo: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo.
Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."»
La Parábola de la cizaña, nos permite reflexionar sobre las veces en que los malos fingen ser buenos y ocupan lugares que no deberían, lugares destinados a personas que se ponen al servicio del país y de su gente.
Un candidato de Solidaridad Nacional, no cumple con los requerimientos del Jurado Nacional de Elecciones, laboró en una empresa paramunicipal hasta diciembre del 2010 -léase empresa publica, léase EMMSA-.
Tal vez nuestra información pueda ser mal interpretada, pero el Jurado Nacional de Elecciones puede verificar si este documento que publicamos en este blog es auténtico.
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