viernes, 9 de mayo de 2008

UNA VISITA

Hoy volví a conversar con la Señora Dora. Una mujer muy atenta, conversadora y preocupada por sus clientes, excelente amiga y muy colaboradora con todos los que trabajamos en nuestro mercado. Responsable y honesta con las cuentas. Con dedicación, años de trabajo y experiencia ha sabido soportar los reveses de la fortuna y las vicisitudes de las malas cosechas.

Nuevamente los problemas del mercado nos llevan a tratar el “Día de la Madre”, ocasión para un homenaje a todas las madres de nuestro centro de trabajo. La tristeza cortó sus palabras. Algunas lágrimas, secadas al disgusto, indicaron que debía ser muy prudente. Algo mas calmada, empezó a contar:

Soy huérfana de madre desde los 9 años. Mi padre volvió a casarse, con una buena mujer que no pudo ganarse mi cariño por amargura en mi corazón -ausencia por mi madre muerta-, no se merecía mis desdenes ni mi rebeldía. A los trece, vine a Lima. Trabajé en la casa de una tía. A los dieciséis empecé a vender, empecé a entender de negocios. Ahorré, compraba más mercadería y pude conseguir mi puesto. Tuve una hija. Me separé de mi esposo. Continué trabajando. Me conoces de hace varios años, mi vida fue trabajo y mas trabajo. Unos días atrás, mi única hija, me comunicó que se casa este mes. No lo podía creer. Estuve muda unos instantes. Tantas preguntas y tantas cosas por saber. Le increpé que no me dijera nada, que no me hubiera presentado al novio, que no me consultara. Le dije que no se casaría, por que no daba mi autorización como madre.

Me respondió airada: ¿Madre? Madre puedo llamar a mi abuela, ella me crió desde niña. Ella me levaba a la escuela, ella hablaba con los profesores, ella me ayudaba con las tareas, ella me compraba mis vestidos, ella me llevaba a jugar y a pasear.

¿Madre? Cuándo tenía fiebre ¿dónde estabas? Cuándo estuve hospitalizada por la pulmonía de las madrugadas frías ¿dónde estabas? Cuando obtuve diplomas por mis buenas notas ¿dónde estabas? Cuándo mis amigas celebraban sus quince años ¿dónde estabas? Cuándo me recibí de Enfermera, ¿dónde estabas? ¿Sabes que tengo 25 años? ¿Cuántos cumpleaños has pasado conmigo?

¿Madre? Por que te quiero y te respeto, te he comunicado que me caso en unos días. No espero tu aprobación, no necesito tu autorización. Estoy segura, que cuando me case, tu trabajo no te permitirá estar en mi boda. Toda mi vida has estado ausente, algunas veces almorzábamos juntas. La mayor parte de las veces llegabas cuando estaba en el colegio, y cuando regresaba estabas durmiendo. En las mañanas no te veía, estabas trabajando.

Me quedé muda, Tanto dolor en sus palabras, tanto reclamo contenido, y no encontré palabras para responderle. Se despidió con un beso.

Me dejó un parte. Se casa el viernes 16. No quiero faltar a su boda.

Este domingo 11, Día de la Madre. Espero la visita de mi hija y su novio, ese día dejaré de trabajar, dejaré todo ordenado y la esperaré en casa.

Entiende, ese día será para ella, la hija que nunca me tuvo a su lado. Este domingo no cuentes conmigo. No quiero perder a mi hija. Siempre cuentas conmigo, en esta ocasión no puedo ...

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